miércoles, 14 de octubre de 2015

Al café café a 3 pesitos el café! (Eliminatorias Rusia 2018)

En un partido perfecto, Uruguay derrotó 3-0 a Colombia y se anotó por primera vez, después de 49 años, puntaje perfecto en el inicio de las Eliminatorias. 

Godín, Rolán y Abel Hernández convirtieron los goles celestes.

Seis puntos sobre seis. Primero. Después de ganarle a Bolivia en los 3.650 metros de altura de La Paz y de hacer lo mismo con Colombia en Montevideo, donde siempre hubo que sufrir para derrotar a los “cafeteros”; esta vez con autoridad, con propiedad, y nada más ni nada menos que por 3 a 0.

¡La pucha, con Uruguay! ¿La verdad? Este cuadro, sin Suárez, sin Cavani, sin Arévalo Ríos, sin el “Cebolla”, y anoche sin Cáceres desde los 18’, cuando se lesionó y debió ser sustituido por Lodeiro, que es un jugador de características totalmente diferentes, es cosa seria; y no sólo porque al registro histórico de haber ganado por primera vez en el techo de América, anoche le sumó esa segunda victoria al hilo en el comienzo de las Eliminatorias, algo que no en vano hacía casi 50 años que era un logro a alcanzar para los celestes.

Este Uruguay es cosa seria por cómo juega; y no por el brillo, aunque lo haga bien, con eficacia y contundencia, sino por la gran concentración colectiva e individual, que hace que el equipo celeste termine imponiendo su estilo, su juego, que es lo que hizo esta vez ante Colombia, al extremo de que el ya famoso -y denostado por muchos- fútbol de respuesta que no duda en preconizar Tabárez aún cuando los partidos se disputen en Montevideo, esta vez terminó con el adversario tan sometido, que pasó a ser de propuesta.

Es más, fiel a su habitual idiosincracia futbolística, Colombia salió a hacer lo suyo, tocando, jugando, y hasta llegando a poner tres puntas, porque Cuadrado se movió como volante ofensivo por izquierda, pero subiendo para de esa manera clavarse casi como un delantero por el lado de “Maxi” Pereira.

Así, entonces, aunque para culminar la mayoría de sus avances con remates de media distancia debido al acertado funcionamiento defensivo de las dos líneas de cuatro de los celestes, donde nunca falló una cobertura o un relevo, el visitante atacó más que el local durante el transcurso del primer tiempo.

Sin embargo, Uruguay siguió fiel a su apuesta de siempre: como “Maxi” no se podía regalar para ir hacia adelante, los celestes salieron por la izquierda, primero con las subidas de Cáceres, y luego con las de “Palito” Pereira, que fueron matizadas por las exuberantes pasadas al ataque de Sánchez por la derecha.

De esa forma, sin llegar con profundidad, porque Rolan a veces bajaba a colaborar con los volantes y Stuani era copado por los zagueros “cafeteros”, Uruguay generó las situaciones que mejor explota y más le convienen.

Esto es, aunque Colombia tiraba más al arco rival, se veía que cerca del otro Uruguay ganaba en el juego aéreo, fundamentalmente en las pelotas quietas.

No fue casual, entonces, que Godín de cabeza, luego de un corner que cedió el rival ante una de las pocas subidas de “Maxi” Pereira, pusiera a Uruguay al frente; y que, ya en el segundo tiempo, Rolan convirtiera el segundo gol al definir con clase tras recibir un envío cruzado -un medio centro- de Lodeiro, y luego de una jugada donde la pelota pasó por los pies precisos de varios jugadores celestes.

Fue el principio del fin, pues Colombia quedó tan “muerto” que el equipo de respuesta pasó a ser de propuesta y, tras otro envío frontal que peinó Stuani, Hernández puso el 3 a 0, estampando en el resultado y en la tabla de posiciones que este Uruguay es una cosa seria.

Uruguay: Muslera; M. Pereira, Giménez, Godín, Cáceres (18`Lodeiro); C. Sánchez (70' A. Hernández), Corujo, Á. González (86' Nandez), Á. Pereira; C. Stuani y Rolan. DT: O. Tabàrez

Colombia: Ospina, Arias (71' Falcao), Zapata, Murillo, Fabra; Sánchez, Cardona, Guarín (58' M. Torres), Cuadrado; Gutiérrez (58' F. Castillo) y Bacca. DT: J. Pekerman

Goles: 34' Godín (U), 50' Rolan (U), 87' Hernández (U)

Àrbitro: Heber Lopes

Amarillas: Murillo (C), Godín (U), Corujo (U)

Expulsado: 90'+2 Cuadrado (C)

Estadio: Centenario


viernes, 9 de octubre de 2015

La Paz sea contigo (Eliminatorias Rusia 2018)

Con goles de Cáceres y Godín, los celestes ganaron por primera vez en La Paz Uruguay venció el mito de la altura de La Paz y consiguió un triunfo histórico. Nunca había ganado en el Hernando Siles y ayer, con goles de Martín Cáceres y Diego Godín, la celeste triunfó 2-0 en el inicio de las Eliminatorias rumbo al mundial de Rusia. También es verdad que se enfrentó a una de las peores selecciones bolivianas de las últimas décadas, que cambió de entrenador varias veces después de la Copa América, que sufrió una sangría producto de las renuncias de sus principales jugadores (Ronald Raldes y Marcelo Martins) y que está por el piso. Pero es un problema de ellos. Uruguay consiguió los primeros tres puntos en base a un trabajo solidario, con altos picos individuales, pero donde ninguno jugó mal. Desde Fernando Muslera que atajó todo lo que tuvo que atajar (quizá no lo maltrataron tanto como a Fabián Carini en el 2000 o a Sebastián Viera en el 2004, pero no tuvo fallas), pasando por Cáceres, José María Giménez, Carlos Sánchez y un trabajo formidable de Cristhian Stuani. El delantero del Boro inglés fue el más destacado de la primera parte. Arrancando atrás de Abel Hernández, llevando el juego a las bandas, aguantando la pelota, generando situaciones. Un desempeño notable.. Óscar Tabárez, que sigue sumando hitos a su conducción de la celeste, planteó un partido con cuatro en el fondo, cuatro en el mediocampo y dos adelante –uno más atrás y otro en el área–. El Luis Suárez del equipo fue Abel “la Joya” Hernández, que tuvo a los dos minutos la primera ocasión. Recibió solo, sin marca, y el golero Vaca desvió el remate. Un rato después volvió a ganar Hernández. El centro de Sánchez le cayó perfecto y el cabezazo del delantero fue desviado nuevamente por el golero. Pero esta vez a los pies del Pelado Cáceres, que apareció sorpresivamente en el área para poner el primer gol del partido.
Estupor en el público del Hernando Siles, mal acostumbrado a festejar triunfos en la antesala del cielo, su cancha a 3.650 metros sobre el nivel del mar. Bolivia había salido como sale siempre en su casa. A pasar por arriba a los rivales. Y tuvo un disparo de Raúl Castro en el comienzo que pasó muy cerca del caño, otro de Yasmany Campos que también se perdió afuera y Muslera contuvo un nuevo remate de Campos. Los jugadores dirigidos por Julio César Baldivieso llegaban en esos primeros minutos, pero descontrolados. Del medio hacia atrás regalaban espacios, que Uruguay aprovechaba con la velocidad del Cebolla Rodríguez por izquierda y el Pato Sánchez por la derecha. Antes de que se terminara el primer tiempo se lesionó el Cebolla y entró Camilo Mayada. Primero para jugar en el lateral derecho (pasando Cáceres a la izquierda) y luego en la zona de volantes por la zurda. Celso Otero, que dirigió desde la cancha en lugar de Tabárez, manejó bien los cambios para que el equipo se mantuviera enhiesto dentro del campo de juego. El capitán Diego Godín, que selló el triunfo con un cabezazo sobre la línea en los minutos finales, tuvo algunas fallas en la zona defensiva. Perdió con Yasmani Duk y el remate de éste rebotó en el travesaño. Después fue Alejandro Chumacero el que contó con una chance clarita, pero su disparo desde el punto penal salió desviado.
Por momentos sufría el fondo de Uruguay, como es lógico. Pero cuando los delanteros bolivianos no definían mal, aparecía la figura de Muslera para dar tranquilidad y jamás dejar un rebote a consignación. La voluntad de los jugadores celestes erizó la piel por momentos. Sánchez, detenido con una fea falta de Jair Torrico que le costó la primera amarilla antes de ser expulsado, y Giménez, empujado intempestivamente por Fernando Marteli que también resultó amonestado. Los espacios permitían que los celestes salieran con todo cuando recogían la pelota y Bolivia estaba deshilachado. El segundo tiempo fue de los más tranquilos que se recuerde de Uruguay. Los nervios empezaron a comer las piernas de los bolivianos, que fallaban pases increíbles. El estadio, poco a poco se fue quedando en silencio. Un silencio sepulcral. Entraron Diego Rolan y Nicolás Lodeiro para refrescar el ataque. El delantero del Burdeos francés bajó una pelota para Stuani a poco de entrar y después provocó una falta cerca del área. De ese tiro libre llegó el segundo tanto. Lo ejecutó Sánchez y lo terminó Godín, después de una pavorosa salida del golero Vaca. La impotencia ganó a los locales. Una plancha de Torrico contra Giménez lo sacó del partido. Después, Walter Veizaga golpeó en el suelo a Rolan. No tenían consuelo, ni fútbol, ni nada para darlo vuelta. La motivación militar que les propuso Baldivieso no les dio resultado. Uruguay estaba bien parado en la cancha. Jugadores exhaustos, pero tranquilos. Sabedores que el destino de Rusia 2018 estaba tres puntos más cerca y que el camino es la recompensa. Que la historia se escribe todos los días, y ayer en La Paz los celestes escribieron un nuevo capítulo. Un capítulo que sepultó el mito de la altura y demostró que sin Suárez y sin Edinson Cavani también se puede ganar.

Refery

jueves, 8 de octubre de 2015

Bolivia vs Uruguay (Eliminatorias 2018)

Todos los puntos que se disputan a lo largo de un torneo, sea cual sea, sin importar su calibre, valen lo mismo; desde el punto de vista matemático es obvio y, ya en el ámbito futbolístico, es lo que los protagonistas dicen siempre.

Sin embargo, hay factores que hacen que tal afirmación, al menos a veces, se transforme en una verdad a medias; y a veces, incluso, ni se llegue s eso.

Pues bien, este partido que esta tarde, a partir de la hora 17 de Uruguay, la selección que dirige Óscar Washington Tabárez disputará con Bolivia en el estadio Hernando Siles de La Paz parece ser uno de esos ejemplos: en lo que refiere a "la Celeste", los tres puntos que estarán en juego tienen un valor especial; incluso a futuro, no solamente para el presente.

Es que, a priori, en los 3.650 metros de altura sobre el nivel del mar y sin las dos figuras más importantes que tiene el equipo de Tabárez a nivel mundial, Luis Suárez y Edinson Cavani, y sumando a último momento la situación de Egidio Arévalo Ríos, para Uruguay estos tres puntos de hoy —o por lo menos dos— son de los llamados "perdibles", si se quiere: que gane Bolivia, o incluso que se registre un empate, es lo que ha ocurrido con mayor frecuencia.

Desde ese punto de vista, entonces, no debería haber presión para los celestes; ni siquiera cuando los propios bolivianos sostienen que su fútbol —y, por consecuencia, su representativo nacional— está atravesando por un muy mal momento, al extremo de que se llega a decir que la que dirige Julio César Baldivieso "es la peor selección de todos los tiempos".

En ese aspecto, entonces, sacar un punto para Uruguay esta tarde sería un resultado favorable; pero es ahí donde los tres que están en disputa son, muy probablemente, "diferentes": un empate en el futuro puede ser poco, ante la posibilidad de que Chile, Colombia y Ecuador, vengan luego a La Paz y ganen, como ya lo han hecho; los dirigidos por Jorge Sampaoli porque han realizado exigentes adaptaciones a la altura en Calama, y los otros dos, cafeteros y ecuatorianos, porque son países con ciudades de altura, cuyos jugadores no sufren al jugar en una de ellas, aunque esa vez tengan que hacerlo en el extranjero.

En ese plano, entonces, el valor de los puntos de hoy cambia radicalmente: sin los delanteros Luis Suárez y Edinson Cavani , sumados a la ausencia de Arévalo Ríos, nada más ni nada menos, Uruguay juega —ya en el comienzo de las Eliminatorias— con la presión de ganar, si es posible, estas tres unidades que tienen un valor de referencia; porque los que eventualmente pierdan los celestes los "ganarán" indirectamente sus rivales directos para la clasificación al Mundial de Rusia 2018, que son justamente los colombianos, los ecuatorianos y los chilenos.

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