Se complicó una barbaridad. Demasiado. Uruguay se metió solo en el peor de los retos deportivos, porque una vez más tendrá que pegarle un golpe de gracia al dueño de casa para seguir aspirando al oro olímpico en el fútbol.
Se puso bien fea. Senegal hizo lo que tenía que hacer, que es lo mismo que decir lo que mejor hace, Uruguay se entregó de entrada y cuando quiso reaccionar ni siquiera logró demostrar por qué sus goleadores son temidos en el mundo entero. La historia del partido es trágica, con toques de dramatismo y de película de terror.
Y si está brava es porque el libreto lo elaboró el peor enemigo. Es difícil de creer que las complicaciones vinieran muy tempranito. Otra vez igual. Error defensivo, ahora en una jugada de pelota quieta, y pelota al fondo de la red. Iban nueve de juego y en un encuentro en el que los africanos dominaban la pelota con inteligencia y buen ritmo, el drama para la Celeste se instalaba de pique.
Fue una especie de choque contra una pared. Porque la tarde que podía ser la de la clasificación estaba poniéndose durísima. Lo más triste es que hubo rebeldía y que, sin desplegar el mejor juego colectivo, se fue avanzando con ganas hacia el arco de Senegal. Y no solo se arrimó, también se provocó el grito de "oh" en la tribuna por las opciones que estuvieron ahí, a boca de jarro.
Pero no entró ni una. Inexplicablemente, solo se puede argumentar que son cosas del fútbol y de las rachas que se dan en algunos partidos, la pelota no entró. Como con el sablazo que sacó Gastón Ramírez que pegó en el caño. O el disparo que desde las puertas del área chica Maximiliano Calzada mandó por encima del travesaño.
Es necesario levantar una muralla atrás
Además, contra esa Celeste empeñosa y herida, Senegal regaló golpes por todos lados. Uno de ellos le costó la roja a Abdoulaye Ba en la mejor acción de Suárez en el partido.
Con 10 hombres en la cancha, a Senegal se le terminó el tuya y mía y Uruguay logró recomponerse todavía más. El empate estuvo ahí, a un suspiro. Como en el cabezazo de Cavani que rechazó el arquero y cuyo rebote no pudo aprovechar del todo Coates.
Pero a ese Uruguay que apostaba otra vez a su rebeldía lo tumbaron de nuevo. Con otra falla defensiva en otra pelota quieta. Así, no hay equipo que aguante o sobreviva. Sin olvidar que momentos antes Campaña había evitado el 2-0.
Más golpeado que nunca, pero con Gastón Ramírez enchufado y probando seguido al arco, daba como para creer que todavía era posible recuperar el terreno que se había regalado a un elenco que se paró muy firme atrás y que siempre salió a cien por hora por los costados.
Sin embargo, el arco se fue cerrando cada vez más. Y de manera sorprendente. Falló Abel Hernández, después de estupendo pase de Cavani, hizo lo mismo Suárez en la puerta del arco y pegado al caño tras un centro de Lodeiro y volvió a fracasar el salteño cuando el partido se moría.
La misión no terminó de la manera que se esperaba y lo peor es que el camino quedó espinoso. Con trampas por todos lados. Seguir en los Juegos Olímpicos con un sueño dorado pasa ahora por una situación complicada: hay que meterle un golpe en el mentón al organizador de la cita deportiva.
Para que eso sea posible, lo que Uruguay deberá lograr es que su defensa no siga siendo la principista en el lema olímpico. Es imprescindible que se levante una muralla en el fondo para fortalecer las ilusiones.
LA ESTRELLA
G. Ramírez
Fue el más peligroso y realizó muy buenas habilitaciones.
LAS CIFRAS
61
minutos jugó Uruguay con uno más que Senegal por la roja a Abdoulaye.
3
jugadores uruguayos tienen una amarilla: Alexis Rolín, Emiliano Albín y Gastón Ramírez.
El "Tata" presente
Álvaro "Tata" González viajó desde Roma a Londres para presenciar el partido jugador por Uruguay ante Senegal. Incluso, el jugador de la Lazio, cuando llegó al Estadio Wembley,se encontró con un grupo de turistas uruguayos y firmó autógrafos.
Fuente: www.ovaciondigital.com.uy
